Piruetas

Y mientras muy superados exhibimos nuestras piruetas, mirándome piruetiar a mí mismo, vuevo a él.
Que no es ni Buda, ni Jesucristo ni Mahoma a quién vuelvo.
NO

Ritorneando al Gran Simpatici.

Mientras hacemos todas estas elegancias, y nos paseamos tan inteligentes, alguien se hace cargo de que todo funcione en armonía, que todo esté reguladito, cada presión en cada cañito, en cada venita, en cada nervio, en cada poro, en cada tendón, en cada movimiento, calculando las dosis necesarias de cada hormona, de cada feromona, para que la existencia pueda suceder...  para que tan ventajosamente yo pueda pelotudear.
Qué laburo hermano!!!
Felicitaciones a ese INCLAUDICABLE COMPAÑERO que no deja de trabajar a la perfección sosteniendo todo lo que nos constituye..., aunque quien lo lleve dentro , pueda ser un pelotudo.
Y convengamos que aunque alardiemos de fortaleza y musculatura, los huesos duros van dentro, como frágiles ramitas cubiertas por carne blanda. Y que, esa frágil creatura funciona gracias a que existe uno callado, que ni se queja ni protesta, que no hace paro ni piquete, que es...       ta tán ta tán

The Great Synpathic

especie ni en pañales todavía...